Después de tantas comidas, de tanto alcohol, de tantos turrones, mazapanes, mantecados, regalos, uvas y su puta madre en verso, lo mejor es darse un respiro. Y eso lo sabe bien El Gato Masajeador y Chuck Norris.
Después de tantas comidas, de tanto alcohol, de tantos turrones, mazapanes, mantecados, regalos, uvas y su puta madre en verso, lo mejor es darse un respiro. Y eso lo sabe bien El Gato Masajeador y Chuck Norris.