La naturaleza puede ser cruel con sus criaturas, y uno de esos casos es el de las personas que nacen con el síndrome de La Sirena, también conocido como Sirenomelia, que es una malformación congénita muy muy rara, se puede presentar en forma aislada asociada o formando parte del síndrome de regresión caudal. Como consecuencia la mitad inferior del cuerpo se desarrolla anormalmente, existe fusión de los miembros inferiores y una amplia gama de anomalías asociadas, por lo qué es imposible operar a esas personas y «devolverles» las piernas. Uno de los últimos casos conocidos es el de Shiloh Pepin de Portland, USA. Una niña de 8 años.